Liber V, 719-739

Talibus incensus dictis senioris amici

tum uero in curas animo diducitur omnis; 720

et Nox atra polum bigis subuecta tenebat.

Visa dehinc caelo facies delapsa parentis

Anchisae subito talis effundere uoces:

'Nate, mihi uita quondam, dum uita manebat,

care magis, nate Iliacis exercite fatis, 725

imperio Iouis huc uenio, qui classibus ignem

depulit, et caelo tandem miseratus ab alto est.

Consiliis pare quae nunc pulcherrima Nautes

dat senior; lectos iuuenes, fortissima corda,

defer in Italiam. Gens dura atque aspera cultu 730

debellanda tibi Latio est. Ditis tamen ante

infernas accede domos et Auerna per alta

congressus pete, nate, meos. Non me impia namque

Tartara habent, tristes umbrae, sed amoena piorum

concilia Elysiumque colo. Huc casta Sibylla 735

nigrarum multo pecudum te sanguine ducet.

Tum genus omne tuum et quae dentur moenia disces.

Iamque uale; torquet medios Nox umida cursus

et me saeuus equis Oriens adflauit anhelis.'


Animado por tales dichos de su anciano amigo,

atiende, sin embargo, en su ánimo a todas sus preocupaciones; 720

y la negra Noche llevada en su biga ocupaba el polo.

Luego, bajando del cielo, se le apareció la imagen de su padre

Anquises de repente para infundirle palabras de tal clase:

«Hijo más querido para mí en otro tiempo que la vida, mientras la vida

permanecía, hijo atormentado por los hados de Ilión, 725

aquí vengo por orden de Júpiter, que apartó el fuego

de tus naves y, finalmente, se compadeció desde el alto cielo.

Obedece a los consejos que ahora te da hermosísimos

el anciano Nautes; selectos jóvenes, fortísimos corazones
lleva a Italia. Tendrás que pelear en el Lacio 730

con un pueblo duro y de áspera cultura. Antes, sin embargo, accede

a las mansiones infernales de Dite y por el profundo Averno

avanzando dirígete, hijo, hacia mí. No me tiene, en efecto, el impío

Tártaro, las tristes sombras, sino que frecuento los amenos

concilios de los píos y el Elisio. Aquí la casta Sibila 735

te guiará con mucha sangre de negros animales.

Entonces aprenderás todo tu linaje y qué murallas se te dan.

Y ya, adiós; dobla la mitad de su curso la húmeda Noche

y el cruel Oriente me ha soplado con sus jadeantes caballos.»

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