At matres primo ancipites oculisque malignis
ambiguae spectare rates miserum inter amorem 655
praesentis terrae fatisque uocantia regna,
cum dea se paribus per caelum sustulit alis
ingentemque fuga secuit sub nubibus arcum.
Tum uero attonitae monstris actaeque furore
conclamant, rapiuntque focis penetralibus ignem, 660
pars spoliant aras, frondem ac uirgulta facesque
coniciunt. Furit immissis Volcanus habenis
transtra per et remos et pictas abiete puppis.
Mas las madres, en un principio, dudosas e indecisas miraban ya
las naves con ojos malignos entre un amor desgraciado 655
por la tierra presente y los reinos que las llamaban por los Hados,
cuando la diosa se alzó por el cielo en sus alas iguales
y trazó en su huida un arco ingente bajo las nubes.
Entonces verdaderamente atónitas por el prodigio y llevadas por el furor
se ponen a gritar y roban el fuego de los hogares secretos, 660
otras despojan las aras, hojas y ramas y teas
arrojan. Se enfurece Vulcano, soltadas sus riendas,
por los bancos y los remos y las pintadas popas de abeto.
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