Liber IV, 571-583

Tum uero Aeneas subitis exterritus umbris
corripit e somno corpus sociosque fatigat
praecipitis: 'Vigilate, uiri, et considite transtris;
soluite uela citi. Deus aethere missus ab alto
festinare fugam tortosque incidere funis 575
ecce iterum instimulat. Sequimur te, sancte deorum,
quisquis es, imperioque iterum paremus ouantes.
Adsis o placidusque iuues et sidera caelo
dextra feras.' Dixit uaginaque eripit ensem
fulmineum strictoque ferit retinacula ferro. 580
Idem omnis simul ardor habet, rapiuntque ruuntque;
litora deseruere, latet sub classibus aequor,
adnixi torquent spumas et caerula uerrunt. 
 
Entonces, en verdad, Eneas, aterrorizado por las súbitas sombras,
arrebata su cuerpo del sueño y a sus compañeros fatiga
precipitadamente: «¡Vigilad, hombres, y sentaos a los remos!
¡Soltad
raudos las velas! Un dios enviado del alto cielo
a precipitar la huida y
a desatar las retorcidas amarras 575
he aquí que de nuevo nos anima. Te seguimos, santo entre los dioses,
quienquiera que seas, y obedecemos de nuevo a tu mandato felices.
¡Ojalá nos asistas y
propicio nos ayudes y los astros en el cielo
favorables nos traigas!» Dijo, y saca de la vaina la espada
relampagueante y corta con el sobrio hierro las cuerdas.
580
El mismo ardor tiene a todos a la vez, y se lanzan y corren;
abandonaron las playas, se esconde el mar bajo las naves,
esforzándose agitan las espumas y barren el azul del mar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario