Liber III, 623-638

Vidi egomet duo de numero cum corpora nostro
prensa manu magna medio resupinus in antro
frangeret ad saxum, sanieque aspersa natarent 625
limina; uidi atro cum membra fluentia tabo
manderet et tepidi tremerent sub dentibus artus.
Haud impune quidem, nec talia passus Vlixes
oblitusue sui est Ithacus discrimine tanto.
Nam simul expletus dapibus uinoque sepultus 630
ceruicem inflexam posuit, iacuitque per antrum
immensus saniem eructans et frusta cruento
per somnum commixta mero, nos magna precati
numina sortitique uices una undique circum
fundimur, et telo lumen terebramus acuto 635
ingens quod torua solum sub fronte latebat,
Argolici clipei aut Phoebeae lampadis instar,
et tandem laeti sociorum ulciscimur umbras.


Yo mismo lo he visto cuando a dos cuerpos de nuestra tropa
apresados por su gran mano, tendido en medio de su antro,
los machacó contra la roca y se inundaron los umbrales de sangre 625
salpicada; lo he visto cuando los miembros chorreando negra sangre
masticaba y temblaban las tibias articulaciones entre sus dientes.
Ciertamente no quedó sin castigo ni tales cosas soportó Ulises,
ni
se olvidó de sí mismo el de Ítaca en tan gran situación crítica.
Pues, en cuanto lleno de manjares y sepultado en vino, 630
puso flexionada su cerviz y yació por su antro,
inmenso, vomitando sangre
y bocados mezclados,
durante el sueño, con vino sanguinolento, suplicamos nosotros a los grandes
númina y, sorteando las funciones, a la vez por todas partes
nos derramamos alrededor, y con una aguda arma perforamos su ojo 635
ingente, el único que se ocultaba bajo su torva frente,
a la manera de un escudo de Argos o de una lámpara de Febo,
y, finalmente, vengamos, alegres, las sombras de nuestros compañeros.


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