Liber III, 639-654

Sed fugite, o miseri, fugite atque ab litore funem
rumpite. 640
Nam qualis quantusque cauo Polyphemus in antro
lanigeras claudit pecudes atque ubera pressat,
centum alii curua haec habitant ad litora uulgo
infandi Cyclopes et altis montibus errant.
Tertia iam lunae se cornua lumine complent 645
cum uitam in siluis inter deserta ferarum
lustra domosque traho uastosque ab rupe Cyclopas
prospicio sonitumque pedum uocemque tremesco.
Victum infelicem, bacas lapidosaque corna,
dant rami, et uulsis pascunt radicibus herbae. 650
Omnia conlustrans hanc primum ad litora classem
conspexi uenientem. Huic me, quaecumque fuisset,
addixi: satis est gentem effugisse nefandam.
Vos animam hanc potius quocumque absumite leto.' 


Pero huid, oh desgraciados, huid y la maroma de la playa
arrancad. 640
Pues de la misma clase y tan grandes como ese Polifemo que en antro cavo
encierra lanígeras reses y ordeña sus ubres,
otros cien Ciclopes infandos habitan conmúmente
estos curvos litorales y andan errantes por sus altos montes.
Ya los terceros cuernos de la luna se llenan
de luz 645
desde que arrastro mi vida en las selvas entre desiertas
guaridas de fieras y moradas y desde una roca
a los Ciclopes gigantes
observo y tiemblo al sonido de sus pasos y a su voz.
Alimento infeliz, bayas y cerezas como las piedras,
dan ramas y las hierbas me nutren con las raíces arrancadas. 650
Recorriendo todos los sitios vi, por vez primera, una flota
que llegaba a este litoral, esta. Y, cualquiera que fuera,
a ella me junté: bastante es haber escapado de un pueblo nefando.
Vosotros, mejor, cobraos esta vida con cualquier muerte.”



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