Liber III, 99-120

Haec Phoebus; mixtoque ingens exorta tumultu
laetitia, et cuncti quae sint ea moenia quaerunt, 100
quo Phoebus uocet errantis iubeatque reuerti.
Tum genitor ueterum uoluens monimenta uirorum
'Audite, o proceres,' ait 'et spes discite uestras.
Creta Iouis magni medio iacet insula ponto,
mons Idaeus ubi et gentis cunabula nostrae. 105
Centum urbes habitant magnas, uberrima regna,
maximus unde pater, si rite audita recordor,
Teucrus Rhoeteas primum est aduectus in oras,
optauitque locum regno. Nondum Ilium et arces
Pergameae steterant; habitabant uallibus imis. 110
Hinc mater cultrix Cybeli Corybantiaque aera
Idaeumque nemus, hinc fida silentia sacris,
et iuncti currum dominae subiere leones.
Ergo agite et diuum ducunt qua iussa sequamur:
placemus uentos et Cnosia regna petamus. 115
Nec longo distant cursu: modo Iuppiter adsit,
tertia lux classem Cretaeis sistet in oris.'
Sic fatus meritos aris mactauit honores,
taurum Neptuno, taurum tibi, pulcher Apollo,
nigram Hiemi pecudem, Zephyris felicibus albam. 120


Estas cosas dijo Febo; y en medio del tumulto surgió una ingente
alegría, y todos preguntan cuáles son esas murallas, 100
a donde
Febo llama a los errantes y les ordena volver.
Entonces, mi padre, evocando los recuerdos de los hombres viejos,
“Oid, oh próceres," dice" y conoced vuestras esperanzas.
Creta, la isla del gran Júpiter, yace en medio del ponto,
donde el monte Ida y la cuna de nuestro pueblo. 105
Cien grandes ciudades habitan, ubérrimos reinos,
de donde
nuestro más gran padre, si recuerdo lo escuchado bien,
Teucro, arribó por primera
vez a las costas reteas
y eligió un lugar para su reino. Todavía no Ilión ni la ciudadela
de Pérgamo
se habían levantado; habitaban en los profundos valles. 110
De aquí la madre que mora en el Cibelo y los bronces de los Coribantes
y el bosque ideo, de aquí los fieles silencios en las cosas sagradas,
y los leones vinieron uncidos al carro de su dueña.
Así que vamos y sigamos por donde nos guien los mandatos de los dioses:
aplaquemos los vientos y busquemos los reinos de Cnosos. 115
Y no están alejados por un largo camino: con que Júpiter nos asista,
la tercera luz colocará nuestra flota en las orillas de Creta.”
Habiendo hablado así, sacrificó en los altares honores merecidos,
un toro a Neptuno, un toro para ti, bello Apolo,
una oveja negra al Invierno y a los felices Céfiros una blanca. 120


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