Liber II, 97-104

Hinc mihi prima mali labes, hinc semper Vlixes
criminibus terrere nouis, hinc spargere uoces
in uulgum ambiguas et quaerere conscius arma.
Nec requieuit enim, donec Calchante ministro... 100
sed quid ego haec autem nequiquam ingrata reuoluo,
quidue moror? Si omnis uno ordine habetis Achiuos,
idque audire sat est, iamdudum sumite poenas:
hoc Ithacus uelit et magno mercentur Atridae.'


A partir de este momento la primera ruina de mi mal, a partir de este momento siempre Ulises
me aterrorizaba con nuevas acusaciones, a partir de este momento esparcía voces
ambiguas
entre vulgo y buscaba, consciente, las armas.
Y, en efecto, no descansó hasta que con Calcante como ayudante ...
100
Pero ¿por qué, pues, revuelvo yo en vano estas cosas ingratas,
o por qué me demoro? Si tenéis a todos los Aqueos en un único orden
y oír esto es bastante, al instante sometedme a castigos:
esto quiera el de Ítaca y en mucho lo compren los Atridas.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario