Liber V, 767-778

Ipsae iam matres, ipsi, quibus aspera quondam

uisa maris facies et non tolerabile numen,

ire uolunt omnemque fugae perferre laborem.

Quos bonus Aeneas dictis solatur amicis 770

et consanguineo lacrimans commendat Acestae.

Tris Eryci uitulos et Tempestatibus agnam

caedere deinde iubet soluique ex ordine funem.

Ipse caput tonsae foliis euinctus oliuae

stans procul in prora pateram tenet, extaque salsos 775

proicit in fluctus ac uina liquentia fundit.

Certatim socii feriunt mare et aequora uerrunt;

prosequitur surgens a puppi uentus euntis.


Ya las mismas madres, aquellos mismos, a los que hace poco áspera

pareció la cara del mar y no tolerable su numen,

irse quieren y soportar todo el esfuerzo del camino.

El buen Eneas los consuela con palabras amigas 770

y llorando los encomienda a su pariente Acestes.

Tres terneros a Érice y una cordera a las Tempestades

ordena sacrificar y luego que las amarras se suelten por orden.

Él mismo, con la cabeza ceñida por hojas de olivo cortado,

estando de pie lejos en la proa, sostiene la pátera, y las entrañas arroja 775

a las olas saladas y derrama líquidos vinos.

Con empeño los compañeros hieren el mar y surcan sus aguas;
un viento que surge de popa acompaña a los que se van;

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