Liber V, 1-11

Interea medium Aeneas iam classe tenebat
certus iter fluctusque atros Aquilone secabat
moenia respiciens, quae iam infelicis Elissae
conlucent flammis. Quae tantum accenderit ignem
causa latet; duri magno sed amore dolores 5
polluto, notumque furens quid femina possit,
triste per augurium Teucrorum pectora ducunt.
Vt pelagus tenuere rates nec iam amplius ulla
occurrit tellus, maria undique et undique caelum,
olli caeruleus supra caput astitit imber 10
noctem hiememque ferens et inhorruit unda tenebris.
 
Entretanto, Eneas ya mantenía, decidido, con su flota el camino 
central y las olas negras del Aquilón cortaba,
volviéndose a mirar las murallas que ya resplandecen por las llamas
de la infeliz Elisa. Qué causa encendiera tan gran fuego
oculta queda; pero los duros dolores de un gran amor 5
mancillado y saber qué puede una mujer enfurecida
guían los pechos de los teucros a través de un triste presagio.
Cuando las naves ocuparon el piélago y ya ninguna tierra más
les sale al encuentro, mar por todos lados y por todos lados cielo,
una oscura nube se le paró sobre la cabeza 10
trayendo noche y tempestad y se estremeció el agua de tinieblas.

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