Liber IV, 632-647

Tum breuiter Barcen nutricem adfata Sychaei,
namque suam patria antiqua cinis ater habebat:
'Annam, cara mihi nutrix, huc siste sororem:
dic corpus properet fluuiali spargere lympha, 635
et pecudes secum et monstrata piacula ducat.
Sic ueniat, tuque ipsa pia tege tempora uitta.
Sacra Ioui Stygio, quae rite incepta paraui,
perficere est animus finemque imponere curis
Dardaniique rogum capitis permittere flammae.' 640
Sic ait. Illa gradum studio celebrabat anili.
At trepida et coeptis immanibus effera Dido
sanguineam uoluens aciem, maculisque trementis
interfusa genas et pallida morte futura,
interiora domus inrumpit limina et altos 645
conscendit furibunda rogos ensemque recludit
Dardanium, non hos quaesitum munus in usus.
 
Entonces habló brevemente a Barce, la nodriza de Siqueo,
pues a la suya la negra ceniza la tenía en su antigua patria:
«A Ana, mi querida nodriza, llama aquí a mi hermana:
dile que se apresure a lavar su cuerpo con agua del río, 635
y que lleve consigo los animales y las víctimas indicadas.
Que venga así, y tú misma cubre tus sienes con piadosa cinta.
Los sacrificios a Júpiter Estigio, que empezados preparé según el rito,
está en mi ánimo terminar y poner fin a mis preocupaciones
y abandonar a la llama la pira de la efigie del dardanio.» 640
Así dice. Aquella apresuraba el paso con
afán senil.
Pero Dido,
trémula y enfurecida por sus enormes proyectos,
volviendo su mirada en sangre y cubriendo de manchas
sus temblorosas mejillas y pálida por la muerte cercana,
irrumpe en los umbrales interiores de la casa y sube furibunda 645
a la alta pira y
desenvaina la espada dardania,
presente no indicado para estos usos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario