Liber IV, 160-172

Interea magno misceri murmure caelum 160
incipit, insequitur commixta grandine nimbus,
et Tyrii comites passim et Troiana iuuentus
Dardaniusque nepos Veneris diuersa per agros
tecta metu petiere; ruunt de montibus amnes.
Speluncam Dido dux et Troianus eandem 165
deueniunt. Prima et Tellus et pronuba Iuno
dant signum; fulsere ignes et conscius aether
conubiis summoque ulularunt uertice Nymphae.
Ille dies primus leti primusque malorum
causa fuit; neque enim specie famaue mouetur 170
nec iam furtiuum Dido meditatur amorem:
coniugium uocat, hoc praetexit nomine culpam. 

Entretanto, el cielo a turbarse con un gran murmullo 160
 
empieza, sigue una lluvia torrencial mezclada con granizo
y los compañeros tirios, por todas partes, y la juventud troyana
y el dardanio nieto de Venus, por lo campos, separados
techos por el miedo buscaron; bajan corriendo de los montes los ríos.
A la misma cueva Dido y el general troyano 165
llegan. La Tierra, la primera, y Prónuba Juno
dan la señal; brillaron fuegos y el éter
cómplice
de los casamientos y en su alta cumbre ulularon las Ninfas.
Aquel fue el primer día de su muerte y la causa primera
de sus males; pues ni por apariencias ni por rumores se mueve 170
ni ya Dido piensa en un amor furtivo:
matrimonio lo llama, bajo este nombre oculta su culpa.

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