Liber III, 172-188


Talibus attonitus uisis et uoce deorum
(nec sopor illud erat, sed coram agnoscere uultus
uelatasque comas praesentiaque ora uidebar;
tum gelidus toto manabat corpore sudor) 175
corripio e stratis corpus tendoque supinas
ad caelum cum uoce manus et munera libo
intemerata focis. Perfecto laetus honore
Anchisen facio certum remque ordine pando.
Agnouit prolem ambiguam geminosque parentis, 180
seque nouo ueterum deceptum errore locorum.
Tum memorat: 'Nate, Iliacis exercite fatis,
sola mihi talis casus Cassandra canebat.
Nunc repeto haec generi portendere debita nostro
et saepe Hesperiam, saepe Itala regna uocare. 185
Sed quis ad Hesperiae uenturos litora Teucros
crederet? aut quem tum uates Cassandra moueret?
Cedamus Phoebo et moniti meliora sequamur.'


 Atónito por tales visiones y por la voz de los dioses
(aquello
no era sopor, sino que me parecía personalmente reconocer
los rostros y los cabellos cubiertos y los rostros presentes;
además, por todo mi cuerpo manaba un sudor gélido), 175
levanto mi cuerpo de la cama y tiendo vueltas hacia arriba
mis manos al cielo junto con mi voz y libo ofrendas
puras ante el fuego. Terminado el honor, alegre,
lo cuento a Anquises y le expongo el asunto por orden.
Reconoció la ambigua prole y dobles antepasados 180
y a él mismo engañado por el nuevo error de los viejos lugares.
Entonces rememora: “Hijo, atormentado por los hados de Ilión,
sólo Casandra me cantaba tales sucesos.
Ahora recuerdo que predecía estas cosas destinadas a nuestro linaje
y que invocaba a menudo Hesperia y los ítalos reinos. 185
Pero ¿quién creería que los teucros llegarían a las costas de Hesperia?
o ¿a quién conmovería entonces la profetisa Casandra?
Hagamos caso a Febo y, aconsejados, persigamos cosas mejores.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario