Liber III, 135-146

Iamque fere sicco subductae litore puppes, 135
conubiis aruisque nouis operata iuuentus,
iura domosque dabam, subito cum tabida membris
corrupto caeli tractu miserandaque uenit
arboribusque satisque lues et letifer annus.
Linquebant dulcis animas aut aegra trahebant 140
corpora; tum sterilis exurere Sirius agros,
arebant herbae et uictum seges aegra negabat.
Rursus ad oraclum Ortygiae Phoebumque remenso
hortatur pater ire mari ueniamque precari,
quam fessis finem rebus ferat, unde laborum 145
temptare auxilium iubeat, quo uertere cursus.


Y ya en un casi seco litoral habían sido varadas las popas, 135
de los matrimonios y los nuevos campos se ocupaba la juventud,
yo les daba leyes y casas, cuando súbitamente
vino putrefacta para los miembros,
desde una región corrupta del cielo, y deplorable
para árboles y sembrados una epidemia y un año mortífero.
Dejaban sus dulces almas o enfermos arrastraban 140
sus cuerpos; además Siro abrasaba los estériles campos,
estaban secas las hierbas y una mies enferma nos negaba el alimento.
De nuevo al oráculo de Ortigia y a Febo, recorriendo
el mar, exhorta mi padre
a ir y a suplicar su venia,
qué fin da a estos sufrimientos, de dónde nos ordena 145
buscar auxilio a nuestro esfuerzos, a dónde dirigir el rumbo.


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