Liber I, 34-49

Vix e conspectu Siculae telluris in altum
uela dabant laeti, et spumas salis aere ruebant, 35
cum Iuno, aeternum seruans sub pectore uulnus,
haec secum: 'Mene incepto desistere uictam,
nec posse Italia Teucrorum auertere regem?
Quippe uetor fatis. Pallasne exurere classem
Argiuom atque ipsos potuit submergere ponto, 40
unius ob noxam et furias Aiacis Oilei?

Apenas, fuera de la vista de la tierra de Sicilia, hacia alta mar
daban velas alegres y revolvían las espumas del mar con el bronce, 35
cuando Juno, conservando bajo su pecho la eterna herida,
(meditaba) estas cosas consigo misma: "¿Desistir yo, vencida, de lo comenzado
y no poder apartar de Italia al rey de los teucros?
Ciertamente soy detenida por los hados. ¿Acaso no pudo Palas incendiar
la flota de los argivos y sumergir a estos mismos en el mar, 40
por la culpa y las furias de uno solo, Áyax, hijo de Oileo?

Ipsa, Iouis rapidum iaculata e nubibus ignem,
disiecitque rates euertitque aequora uentis,
illum expirantem transfixo pectore flammas
turbine corripuit scopuloque infixit acuto. 45
Ast ego, quae diuom incedo regina, Iouisque
et soror et coniunx, una cum gente tot annos
bella gero! Et quisquam numen Iunonis adoret
praeterea, aut supplex aris imponet honorem?'

Ella misma, lanzando desde las nubes el devorador fuego de Júpiter,
no sólo dispersó las naves sino también revolvió los mares con los vientos,
lo cogió en un remolino exhalando llamas de su pecho atravesado y lo clavó en una aguda peña. 45
¡En cambio yo, que me presento como reina de los dioses
y hermana y esposa de Júpiter, sostengo guerra tantos años
con una sola nación! ¿ Y quién, en adelante, adorará al numen de Juno
o suplicante pondrá ofrenda en sus altares?".

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