Liber I, 613-630

Obstipuit primo aspectu Sidonia Dido,
casu deinde uiri tanto, et sic ore locuta est:
'Quis te, nate dea, per tanta pericula casus 615
insequitur? Quae uis immanibus applicat oris?
Tune ille Aeneas, quem Dardanio Anchisae
alma Venus Phrygii genuit Simoentis ad undam?
Atque equidem Teucrum memini Sidona uenire
finibus expulsum patriis, noua regna petentem 620
auxilio Beli; genitor tum Belus opimam
uastabat Cyprum, et uictor dicione tenebat.
Tempore iam ex illo casus mihi cognitus urbis
Troianae nomenque tuum regesque Pelasgi.
Ipse hostis Teucros insigni laude ferebat, 625
seque ortum antiqua Teucrorum ab stirpe uolebat.
Quare agite, O tectis, iuuenes, succedite nostris.
Me quoque per multos similis fortuna labores
iactatam hac demum uoluit consistere terra.
Non ignara mali, miseris succurrere disco.' 630

La sidonia Dido quedó estupefacta, primero por su aspecto,
luego por un suceso humano tan grande y así habló por su boca:
"¿Qué desventura, hijo de diosa, te persigue por tan grandes peligros? 615
¿Qué fuerza te dirige hacia orillas salvajes?
¿Acaso no eres tú aquel famoso Eneas, que para el dardanio Anquises
la nutricia Venus engendró junto al agua del Simunte frigio?
Y ciertamente recuerdo que Teucro vino a Sidón
expulsado de las fronteras patrias, buscando nuevos reinos 620
con el auxilio de Belo; entonces mi padre Belo
devastaba la riquísima Chipre y la tenía, vencedor, bajo su poder.
Ya desde aquel tiempo me fue conocida la caída de la ciudad troyana
y tu nombre y los reyes pelasgos.
Él mismo, enemigo, refería con insigne alabanza de los teucros 625
y quería haber nacido de la antigua estirpe de los teucros.
Por lo cual, venga, ¡Oh jóvenes, entrad bajo nuestros techos!
También una fortuna similar quiso que yo, zarandeada por muchos sufrimientos,
me asentara, finalmente, en esta tierra.
Aprendo a socorrer a los desgraciados, no desconocedora del mal." 630

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