Liber IV, 115-128


'Mecum erit iste labor. Nunc qua ratione quod instat 115
confieri possit, paucis (aduerte) docebo.
Venatum Aeneas unaque miserrima Dido
in nemus ire parant, ubi primos crastinus ortus
extulerit Titan radiisque retexerit orbem.
His ego nigrantem commixta grandine nimbum, 120
dum trepidant alae saltusque indagine cingunt,
desuper infundam et tonitru caelum omne ciebo.
Diffugient comites et nocte tegentur opaca:
speluncam Dido dux et Troianus eandem
deuenient. Adero et, tua si mihi certa uoluntas, 125
conubio iungam stabili propriamque dicabo.
Hic hymenaeus erit.' Non aduersata petenti
adnuit atque dolis risit Cytherea repertis. 

«Conmigo estará esa tarea. Ahora, de qué modo lo que apremia 115
puede hacerse, en pocas palabras (atiende) te enseñaré.
A cazar Eneas y con él la desgraciadísima Dido

 al bosque se preparan a ir, cuando a los primeros astros
haya hecho levantar el Titán de mañana y haya descubierto el orbe con sus rayos.
A estos yo una negra nube mezclada con granizo, 120
mientras se mueven los flancos y ciñen el bosque con su batida,
 
desde lo alto derramaré y agitaré con truenos todo el cielo.
Huirán los acompañantes y serán cubiertos por una noche opaca:
Dido y el jefe troyano a la misma cueva
llegarán. Estaré presente, y, si es firme hacia mí tu voluntad, 125
los uniré en estable matrimonio y te la consagraré como propia.
Aquí el himeneo será.» No oponiéndose a la que pedía,
asintió y rió
Citerea, descubiertos los engaños.

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