Liber III, 492-505

Hos ego digrediens lacrimis adfabar obortis:
'Viuite felices, quibus est fortuna peracta
iam sua: nos alia ex aliis in fata uocamur.
Vobis parta quies: nullum maris aequor arandum, 495
arua neque Ausoniae semper cedentia retro
quaerenda. Effigiem Xanthi Troiamque uidetis
quam uestrae fecere manus, melioribus, opto,
auspiciis, et quae fuerit minus obuia Grais.
Si quando Thybrim uicinaque Thybridis arua 500
intraro gentique meae data moenia cernam,
cognatas urbes olim populosque propinquos,
Epiro Hesperiam (quibus idem Dardanus auctor
atque idem casus), unam faciemus utramque
Troiam animis: maneat nostros ea cura nepotes.' 505


A estos yo, marchándome, les hablaba, surgidas las lágrimas:
“Vivid felices, aquellos para los que su fortuna se cumplió
ya: nosotros
de unos a otros hados somos llamados.
Para vosotros surgió el descanso: ninguna llanura del mar debe ser surcada, 495
ni los campos de Ausonia que siempre se retiran para atrás
deben ser buscados. Podéis ver la imagen del Janto y una Troya
que hicieron vuestras manos, con mejores, deseo,
auspicios, y que menos fácil será para los griegos.
Si alguna vez al Tiber y a los campos vecinos
del Tíber 500
llego y contemplo las murallas dadas a mi estirpe,
las ciudades un día hermanas y los pueblos cercanos,
del Epiro
una Hesperia (pues ambas tienen a Dárdano como autor
e igual sino), haremos y ambas serán Troya
en nuestros espíritus: permanezca esta tarea para nuestros nietos.” 505



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