Liber VI, 14-22

Daedalus, ut fama est, fugiens Minoia regna
praepetibus pennis ausus se credere caelo 15
insuetum per iter gelidas enauit ad Arctos,
Chalcidicaque leuis tandem super astitit arce.
Redditus his primum terris tibi, Phoebe, sacrauit
remigium alarum posuitque immania templa.
In foribus letum Androgeo; tum pendere poenas 20
Cecropidae iussi (miserum!) septena quotannis
corpora natorum; stat ductis sortibus urna.
 
Dédalo, según es fama, huyendo de los reinos de Minos,
se atrevió a confiarse al cielo con plumas veloces 15
por un camino inusitado y bogó hasta las
heladas Osas,
y, finalmente, en la ciudadela calcídica se detuvo suavemente.
En cuanto regresó a estas tierras te consagró, Febo,
los remos de sus alas y te puso un templo enorme.
En las puertas, la muerte de Andrógeo; luego los Cecrópidas 20
obligados a pagar el castigo (¡Oh desgracia!) todos los años
de siete cuerpos de sus hijos; está la urna con las suertes echadas.

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