Liber V, 862-871

Currit iter tutum non setius aequore classis

promissisque patris Neptuni interrita fertur.

Iamque adeo scopulos Sirenum aduecta subibat,

difficilis quondam multorumque ossibus albos 865

(tum rauca adsiduo longe sale saxa sonabant),

cum pater amisso fluitantem errare magistro

sensit, et ipse ratem nocturnis rexit in undis

multa gemens casuque animum concussus amici:

'O nimium caelo et pelago confise sereno, 870

nudus in ignota, Palinure, iacebis harena!'


Recorre, sin embargo, la flota por el mar su seguro camino

y es llevada impertérrita por las promesas del padre Neptuno.

Y ya se acercaba arrastrada a los escollos de las Sirenas,

en otro tiempo difíciles y blancos por los huesos de muchos 865

(resonaban entonces las broncas rocas con la continua resaca),

cuando se dio cuenta el padre que la nave derivaba,

perdido su piloto, y él mismo la gobernó en las nocturnas olas

mucho gimiendo y con el ánimo golpeado por la pérdida del amigo:

«¡Oh, demasiado confiado en el cielo y el piélago sereno, 870

Palinuro, desnudo yacerás sobre una arena desconocida!»

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