Liber V, 568-582

Alter Atys, genus unde Atii duxere Latini,

paruus Atys pueroque puer dilectus Iulo.

Extremus formaque ante omnis pulcher Iulus 570

Sidonio est inuectus equo, quem candida Dido

esse sui dederat monimentum et pignus amoris.

Cetera Trinacriis pubes senioris Acestae

fertur equis.

Excipiunt plausu pauidos gaudentque tuentes 575

Dardanidae, ueterumque agnoscunt ora parentum.

Postquam omnem laeti consessum oculosque suorum

lustrauere in equis, signum clamore paratis

Epytides longe dedit insonuitque flagello.

Olli discurrere pares atque agmina terni 580

diductis soluere choris, rursusque uocati

conuertere uias infestaque tela tulere.


El segundo es Atis, de donde su linaje sacaron los Atios latinos,

el pequeño Atis y muchacho querido del muchacho Julo.

El último y más hermoso que todos por su belleza, Julo 570

montado en un caballo sidonio que la deslumbrante Dido

le había entregado como recuerdo suyo y prenda de su amor.

La restante juventud es llevada por caballos trinacrios

del anciano Acestes.

Los reciben con aplausos y se gozan viéndolos asustados 575

los Dardánidas, y reconocen los rasgos de sus antiguos padres.

Después que recorrieron alegres toda la pista y los ojos

de los suyos sobre los caballos, Epítides dio la señal

a lo lejos con un grito e hizo restallar su látigo.

Ellos avanzaron pares y formando grupos de tres en tres 580

rompieron la formación, y llamados de nuevo

invirtieron la marcha y blandieron los dardos enhiestos.

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