Liber IV, 543-553

Quid tum? Sola fuga nautas comitabor ouantis?
An Tyriis omnique manu stipata meorum
inferar et, quos Sidonia uix urbe reuelli, 545
rursus agam pelago et uentis dare uela iubebo?
Quin morere ut merita es, ferroque auerte dolorem.
Tu lacrimis euicta meis, tu prima furentem
his, germana, malis oneras atque obicis hosti.
Non licuit thalami expertem sine crimine uitam 550
degere more ferae, talis nec tangere curas;
non seruata fides cineri promissa Sychaeo.'

Tantos illa suo rumpebat pectore questus.

¿Entonces, qué? ¿Acompañaré sola en su huida a los contentos marineros?
¿Acaso con los tirios y todo un apretado puñado de los míos
seré llevada y, a los que hace poco arranqué de la ciudad sidonia, 545
de nuevo llevaré al mar y ordenaré dar velas a los vientos?
Es más, muere, pues te lo has merecido, y aleja tu dolor con la espada.
Tú, vencida por mis lágrimas, tú, hermana, cargas la primera
con estos males y me lanzas, enloquecida, al enemigo.
No se me permitió pasar mi vida desprovista de tálamo sin culpa, 550
según la costumbre de las fieras, sin tocar tales preocupaciones;
no se ha mantenido la fidelidad prometida a la ceniza de Siqueo.»

Tan grandes quejas rompía aquella en su pecho.

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