Liber IV, 413-430

Ire iterum in lacrimas, iterum temptare precando
cogitur et supplex animos summittere amori,
ne quid inexpertum frustra moritura relinquat. 415

'Anna, uides toto properari litore circum:
undique conuenere; uocat iam carbasus auras,
puppibus et laeti nautae imposuere coronas.
Hunc ego si potui tantum sperare dolorem,
et perferre, soror, potero. Miserae hoc tamen unum 420
exsequere, Anna, mihi; solam nam perfidus ille
te colere, arcanos etiam tibi credere sensus;
sola uiri mollis aditus et tempora noras.
I, soror, atque hostem supplex adfare superbum:
non ego cum Danais Troianam exscindere gentem 425
Aulide iuraui classemue ad Pergama misi,
nec patris Anchisae cinerem manisue reuelli:

Cur mea dicta negat duras demittere in auris?
Quo ruit? Extremum hoc miserae det munus amanti:
exspectet facilemque fugam uentosque ferentis. 430


De nuevo a ir a las lágrimas, de nuevo a intentarlo rogando
se ve obligada
y, suplicante, a subordinar sus ánimos al amor,
para que no deje nada no experimentado en vano la que va a morir. 415
«Ana, ves que por toda la costa se apresuran por uno y otro lado:
de todas partes vinieron; que la vela llama ya a las brisas,
y que en las popas los alegres marineros pusieron coronas.
Yo, si pude esperar a este dolor tan grande,
también soportarlo, hermana, podré. Sin embargo, a mí, desgraciada, sólo esto 420
concédeme, Ana; pues a ti sola aquel pérfido

te respetaba,
incluso a ti te confiaba sus ocultos sentimientos;
sólo tú habías conocido
su disposición y sus momentos de hombre tierno.
Ve, hermana, y habla suplicante a un enemigo soberbio:
no yo con los dánaos destruir
el pueblo troyano 425
en Áulide
juré ni envié mi flota a Pérgamo,
ni destruí la cenizas de su padre Anquises ni sus Manes:
¿Por qué niega que mis palabras
lleguen a sus duros oídos?
¿A dónde corre? Que dé este último presente a su
desgraciada amante:
que espere una huida fácil y unos vientos que lo lleven. 430

No hay comentarios:

Publicar un comentario