Liber IV, 56-67

Principio delubra adeunt pacemque per aras
exquirunt; mactant lectas de more bidentis
legiferae Cereri Phoeboque patrique Lyaeo,
Iunoni ante omnis, cui uincla iugalia curae.
Ipsa tenens dextra pateram pulcherrima Dido 60
candentis uaccae media inter cornua fundit,
aut ante ora deum pinguis spatiatur ad aras,
instauratque diem donis, pecudumque reclusis
pectoribus inhians spirantia consulit exta.
Heu, uatum ignarae mentes! Quid uota furentem, 65
quid delubra iuuant? Est mollis flamma medullas
interea et tacitum uiuit sub pectore uulnus.


Al principio, se dirigen a los templos y la paz por los altares
buscan; sacrifican ovejas
de dos años escogidas según la costumbre
a Ceres legisladora, y a Febo y al padre Lieo,
a Juno antes que a todos, que cuida de los vínculos conyugales.
La propia Dido, bellísima, teniendo una pátera en la diestra 60
la vierte en medio de los cuernos de una blanca vaca,
o da vueltas junto a los pingües altares ante los rostros de los dioses
e instaura un día para las ofrendas y
en los pechos abiertos de los animales,
mirando con avidez, consulta sus entrañas palpitantes.
¡Ay, mentes ignorantes de los vates! ¿De qué los votos
a la que está loca, 65
de qué los templos ayudan? Devora la llama sus tiernas médulas,
entretanto, y vive callada en su pecho la herida.


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