Liber III, 697-718

Hinc Drepani me portus et inlaetabilis ora
accipit. Hic pelagi tot tempestatibus actus
heu, genitorem, omnis curae casusque leuamen,
amitto Anchisen. Hic me, pater optime, fessum 710
deseris, heu, tantis nequiquam erepte periclis!
Nec uates Helenus, cum multa horrenda moneret,
hos mihi praedixit luctus, non dira Celaeno.
Hic labor extremus, longarum haec meta uiarum,
hinc me digressum uestris deus appulit oris. 715


De aquí el puerto de Drépano y su aciaga playa
me acogen. Aquí, llevado por tantas tempestades del mar,
¡ay!, a mi padre, consuelo de toda preocupación y desgracia,
pierdo, a Anquises. ¡Aquí, óptimo padre, cansado 710
me dejas, ¡ay!, en vano arrancado de peligros tan grandes!
Ni el vate Héleno, aunque muchas cosas horrendas me aconsejara,
me predijo este luto, ni la terrible Celeno.
Este fue mi último esfuerzo, esta la meta de largos caminos,
de aquí desviado un dios me impulsó a vuestras playas.
» 715



Sic pater Aeneas intentis omnibus unus
fata renarrabat diuum cursusque docebat.
Conticuit tandem factoque hic fine quieuit.


Así el padre Eneas, solo ante todos los que estaban atentos,
volvía a narrar los hados de los dioses y enseñaba su curso.
Calló, finalmente, y, hecho aquí el final, descansó.

 


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