Liber II, 750-770

Stat casus renouare omnis omnemque reuerti 750
per Troiam et rursus caput obiectare periclis.
Principio muros obscuraque limina portae,
qua gressum extuleram, repeto et uestigia retro
obseruata sequor per noctem et lumine lustro:
horror ubique animo, simul ipsa silentia terrent. 755
Inde domum, si forte pedem, si forte tulisset,
me refero: inruerant Danai et tectum omne tenebant.
Ilicet ignis edax summa ad fastigia uento
uoluitur; exsuperant flammae, furit aestus ad auras.
Procedo et Priami sedes arcemque reuiso: 760
et iam porticibus uacuis Iunonis asylo
custodes lecti Phoenix et dirus Vlixes
praedam adseruabant. Huc undique Troia gaza
incensis erepta adytis, mensaeque deorum
crateresque auro solidi, captiuaque uestis 765
congeritur. Pueri et pauidae longo ordine matres
stant circum.
Ausus quin etiam uoces iactare per umbram
impleui clamore uias, maestusque Creusam
nequiquam ingeminans iterumque iterumque uocaui. 770

Está decidido volver a pasar todos los avatares y regresar 750
por toda Troya y de nuevo lanzar mi cabeza a los peligros.
En un principio, los muros y los oscuros umbrales de la puerta,
por la que había salido, intento alcanzar de nuevo y las huellas hacia atrás
observadas sigo por la noche y las recorro con una lumbre:
el horror por todas partes en mi pecho, a la vez, los mismos silencios me aterran. 755
Luego a casa, por si acaso había llevado hacia allí sus pasos, por si acaso,
me hago volver: habían penetrado los dánaos y toda la casa tenían.
Al punto, el fuego voraz a los techos más altos por el viento
es llevado; los sobrepasan las llamas y el calor ruge hacia las auras.
Avanzo y las sedes de Príamo y la ciudadela vuelvo a ver: 760
y ya
en los pórticos vacíos en el templo de Juno
guardianes selectos, Fénix y el cruel Ulises,
el botín custodiaban. Aquí de todas partes el tesoro de Troya,
arrebatado de los templos incendiados, y las mesas de los dioses
y las cráteras de oro sólido y la ropa apresada 765
se amontona. Los niños y las pávidas madres en larga fila
están alrededor.
Es más, incluso atreviéndome a lanzar voces entre las sombras,
llené las calles con mi clamor y, triste, a Creúsa
en vano, repitiéndolo una y otra vez una y otra vez, llamé . 770

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