Liber II, 650-670

Talia perstabat memorans fixusque manebat. 650
Nos contra effusi lacrimis coniunxque Creusa
Ascaniusque omnisque domus, ne uertere secum
cuncta pater fatoque urgenti incumbere uellet.
Abnegat inceptoque et sedibus haeret in isdem.
Rursus in arma feror mortemque miserrimus opto. 655
Nam quod consilium aut quae iam fortuna dabatur?
'Mene efferre pedem, genitor, te posse relicto
sperasti tantumque nefas patrio excidit ore?
Si nihil ex tanta superis placet urbe relinqui,
et sedet hoc animo perituraeque addere Troiae 660
teque tuosque iuuat, patet isti ianua leto,
iamque aderit multo Priami de sanguine Pyrrhus,
natum ante ora patris, patrem qui obtruncat ad aras.
Hoc erat, alma parens, quod me per tela, per ignis
eripis, ut mediis hostem in penetralibus utque 665
Ascanium patremque meum iuxtaque Creusam
alterum in alterius mactatos sanguine cernam?
Arma, uiri, ferte arma; uocat lux ultima uictos.
Reddite me Danais; sinite instaurata reuisam
proelia. Numquam omnes hodie moriemur inulti.' 670 

Se quedaba inmóvil recordando tales cosas y permanecía fijo. 650
Nosotros, por contra, deshechos en lágrimas, mi esposa Creúsa
y Ascanio y toda la casa, (le pedimos) que no derribar
consigo
todas las cosas mi padre quisiera y precipitarse a un hado que apremia.
Se niega y se mantiene en lo empezado y en las mismas sedes.
De nuevo a las armas soy llevado y deseo, misérrimo, la muerte. 655
Pues, ¿qué plan o qué fortuna ya se daba?
“¿Acaso esperaste, padre,
que, abandonado tú, yo podría escapar
y un crimen tan grande salió de tu boca paterna?
Si place a los dioses que nada sea dejado de una ciudad tan grande
y permanece en este ánimo y
le agrada añadir a la Troya que va a perecer 660
a ti y a los tuyos, la puerta está abierta a esa muerte,
y ya llegará de la mucha sangre de Príamo Pirro,
quien mata al hijo ante el rostro de su padre, al padre junto al ara.
¿Por esto era,
nutricia madre, por lo que entre los dardos, entre los fuegos
me sacaste, para ver al enemigo en medio de nuestras habitaciones 665
y a Ascanio y a mi padre y con ellos Creúsa,
uno junto al otro sacrificados en sangre?
Armas, hombres, traed armas; la última luz llama a los vencidos.
Devolvedme a los dánaos; permitid que vuelva a ver los combates
emprendidos. No todos moriremos hoy sin venganza.” 670

No hay comentarios:

Publicar un comentario