Liber II, 216-227

post ipsum auxilio subeuntem ac tela ferentem
corripiunt spirisque ligant ingentibus; et iam
bis medium amplexi, bis collo squamea circum
terga dati superant capite et ceruicibus altis.
Ille simul manibus tendit diuellere nodos 220
perfusus sanie uittas atroque ueneno,
clamores simul horrendos ad sidera tollit:
qualis mugitus, fugit cum saucius aram
taurus et incertam excussit ceruice securim.
At gemini lapsu delubra ad summa dracones 225
effugiunt saeuaeque petunt Tritonidis arcem,
sub pedibusque deae clipeique sub orbe teguntur.

después, a él mismo que venía en auxilio y traía un arma
lo arrebatan y lo ligan con sus ingentes espirales;
abrazándolo ya dos veces por el medio, rodeándolo dos veces por el cuello
con sus lomos escamosos lo sobrepasan por la cabeza con sus altas cervices.
Aquel, simultáneamente, intenta soltar los nudos con sus manos 220
con sus cintas manchadas de baba y negro veneno,
simultáneamente levanta horrendos clamores hasta las estrellas:
como un mugido, cuando un toro herido huye del altar
y escupe de su cerviz el hacha que no acertó.
Por su parte, los dos dragones deslizándose huyen a los templos más altos 225
y se dirigen a la ciudadela de la cruel Tritónida
y a los pies de la diosa y en el círculo de su escudo se esconden.

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