Liber I, 402-417

Dixit, et auertens rosea ceruice refulsit,
ambrosiaeque comae diuinum uertice odorem
spirauere, pedes uestis defluxit ad imos,
et uera incessu patuit dea. Ille ubi matrem 405
adgnouit, tali fugientem est uoce secutus:
'Quid natum totiens, crudelis tu quoque, falsis
ludis imaginibus? Cur dextrae iungere dextram
non datur, ac ueras audire et reddere uoces?'

Dijo, y, volviéndose, refulgió con su cuello de rosas
y sus cabellos de ambrosía de la cabeza un olor divino
exhalaron, el vestido le cayó a los pies,
y en su modo de andar quedó patente una verdadera diosa. Aquél, cuando a su madre 405
reconoció, siguió a la que huía con tales palabras:
"¿Por qué, cruel tú también, te burlas tantas veces de tu hijo
con falsas imágenes? ¿Por qué no se concede unir diestra a diestra
y oír y devolver verdaderas voces?"


Talibus incusat, gressumque ad moenia tendit. 410
At Venus obscuro gradientes aere saepsit,
et multo nebulae circum dea fudit amictu,
cernere ne quis eos, neu quis contingere posset,
moliriue moram, aut ueniendi poscere causas.
Ipsa Paphum sublimis abit, sedesque reuisit 415
laeta suas, ubi templum illi, centumque Sabaeo
ture calent arae, sertisque recentibus halant.

La acusa con tales palabras y dirige su paso hacia las murallas. 410
Pero Venus rodeó a los que caminaban con un aire oscuro
y la diosa los envolvió con un gran manto de niebla,
para que nadie pudiera verlos, para que nadie pudiera tocarlos
u obligarles a la demora o preguntarles las causas de haber venido.
Ella misma se marcha por el aire a Pafos y volvió a ver su sede 415
alegre, donde tiene un templo y cien altares
arden con incienso sabeo y huelen con guirnaldas recientes.

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